Galicia con 3 Meses
- viajandoconbambam
- 13 feb 2019
- 3 Min. de lectura
Desde hace tiempo mis padres tenían el capricho de subir a Galicia para disfruta de lo bonito de la zona y... ¡¡la feria del marisco!!
Yo era pequeño, pero muy valentón. Me encantaba la calle y era una explosión de energía, eso sí, que rápidamente acababa echando un sueñecito en la cesta o brazos. Estaba al día con las vacunas y mi salud era perfecta para comenzar con la aventura.
Desde nuestra ciudad hasta destino (O Grove) eran casi nueve horas por lo que a la hora de planificar el viaje decidimos hacer una pequeña parada en Puebla de Sanabria.
¡Acierto!
Las primeras horas de viaje, unas cinco hasta Puebla, las pasé durmiendo (Era una señal de como a larga serían todos mis viajes :P )

Nos hospedamos en un pueblo muy cerca de Puebla de Sanabria llamado "El puente", en una casa rural preciosa con todas las comodidades.
(A continuación os dejo el link del sitio: https://www.booking.com/hotel/es/la-noria-el-puente.es.html )
La casa tenía una parte trasera que a mi particularmente me encantó porque pude correr por una zona ajardinada solo para mi, sin casi preocupaciones de escaparme.

Puebla de Sanabria es una localidad zamorana con gran encanto. A un paso de Galicia y Portugal, tiene un casco antiguo perfectamente conservado que fue declarado Conjunto Histórico Artístico, además de entrar en la lista de los pueblos más bonitos de España.
Os recomendamos callejear. La plaza Mayor, a la que llegarás ascendiendo por la empinada calle de La Rúa hasta la zona más alta; La Casa Consistorial; La iglesia de Nuestra Señora del Azogue; el Castillo... Lo mejor es recorrer sus empedradas calles disfrutando de la arquitectura de sus casas, de estilo medieval; recorriendo sus murallas, apasionarte con sus miradores...
¿Qué más hacer?
Cerca encontrarás el Centro del Lobo Ibérico. A nosotros no nos dio tiempo ni tampoco querían dejarme solo una hora o dos que dura el recorrido porque aún era muy pequeño, pero se quedaron con las ganas. En cambio, si pudimos ir al Parque Natural del Lago de Sanabria. Es un lago de origen glacial, el más grande de la peninsula iberica y uno de los más grandes de Europa. Tiene varias playas donde yo pude mojarme las patitas (aunque no estaba permitido era Octubre y mi padre se atrevió porque hacia mucho calor y quería refrescarme). También tiene zonas ajardinadas y un bar donde nos tomamos algo.
Otras actividades: Recorrer el paseo Fluvial del Tera, rutas de senderismo (como por ejemplo del Cañón de la Tera hasta la cueva de San Martín o la ruta de las Cascadas del Sotillo), podéis visitar Portugal que está a un paso o conocer Zamora.
Continuamos nuestro viaje hacia O Grove. Para nuestra sorpresa vislumbramos una columna de humo. Más adelante se transformaría en una catástrofe que casi nos pilla de lleno. Fue octubre de 2017, cuando las llamas arrasaron más de 49.000 hectáreas.

Proseguimos con nuestro viaje. No sin antes hacer parada en Santiago de Compostela. Son tantas horas de distancia que quién sabe si íbamos a volver a tener la oportunidad de conocer esta ciudad, y no nos defraudó.
Trás comer de tapeo por la zona, reanudamos nuestra marcha hasta por fin llegar a nuestra base en la zona: Vilanova de Arousa.
En este lugar alquilamos un apartamento: Apartamentos Puerto Basella.
Si pinchais en el nombre os llevará a su enlace para que podáis echarle un ojo, pero a nosotros nos E-N-C-A-N-T-Ó.
Por supuesto, admite mascotas.
Desde aquí visitamos La Isla de Aroussa, cruzando la ría con el mismo nombre y después nos dirigimos a dar una vuelta por Cambados en donde echamos unos vinos de la zona y finalmente cenamos. La zona estaba preciosa ya que la mar esta baja y el cielo nos acompañaba para unas preciosas fotos.

Al día siguiente el tiempo nos seguía acompañando y fuimos a visitar La Isla de la Toja, qué bonita, y por fin... A comer ¡¡O Grove con su feria del marisco!!
A la feria, en principio, no se puede entrar con mascotas, al menos dentro de las casetas. Tampoco se podía fumar y la gente lo hacia XD
Yo como era muy peque iba en mi cesta y nadie puso ningún problema. De hecho, me quede durmiendo a pesar de todo el barullo.Había muchísima gente. Para comer, tenias que sacar los tickets de lo que ibas a pedir y después recogías los platos en los puestos. No sé si mis padres esperaban mucho, pero el producto no les pareció tan sorprendente, platos no muy llenos y los precios no tan baratos.
La verdad es que nos habían recomendado comer fuera de la feria, pero nosotros teníamos ganas de verla in situ.
El viaje termina y teníamos que volver, pero antes había que desayunar y dónde mejor que a pie de playa. Sanxenxo, el perfecto pueblo playero gallego. De nuevo, el día era espectacular y daban ganas de quedarse en la playa vuelta y vuelta, jugando y llenándome de arena. Era la primera vez que veía el mar. Pero debíamos volver...

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